La policía de Corea comenzó
una investigación exhaustiva en contra de un médico que le practicara un aborto
"por equivocación" a una mujer.
El suceso tuvo lugar
cuando una paciente con 6 semanas de embarazo fue a una clínica en el
distrito de Gangseo, en la capital de Corea del Sur, para recibir una
inyección. El médico que la atendió se confundió de expediente clínico y
no verificó su identidad antes de proceder con el aborto.
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La policía anunció que el
médico y la enfermera a cargo del aborto están bajo investigación y que el
caso pronto será enviado a la oficina del fiscal. Ambos fueron acusados de
negligencia médica. "Tanto el médico como la enfermera reconocieron su
culpa", dijo un agente de la policía.
Según la agencia de noticias
surcoreana Yonhap, se suponía que la paciente recibiría una inyección
nutricional en la clínica. Sin embargo, la enfermera le inyectó anestesia
sin confirmar su identidad y el médico realizó el aborto también sin verificar
su identidad. La paciente no tuvo conocimiento del procedimiento hasta que
despertó de la anestesia.
No obstante, según las leyes
existentes, la práctica sigue siendo ilegal y es técnicamente punible hasta por
un año en prisión. Se otorgan excepciones en caso de que los padres tengan
enfermedades hereditarias, el embarazo sea fruto de una violación o incesto o
supone un riesgo para la vida de la madre.
Se estima que se realizaron 50
mil abortos en Corea del Sur el año pasado, según el Ministerio de Salud del
país. Los números reales podrían ser mucho más altos ya que la criminalización
de la práctica distorsiona el registro de la misma.
Con información de
Milenio.
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